Violencia Sexual

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VIOLENCIA SEXUAL Lic. Marisol Martínez Muñoz Uno de los derechos fundamentales que como seres humanos tenemos, es el de ejercer con libertad y plenitud nuestra sexualidad, en el momento, condiciones y con la persona que decidamos ejercerla, según nuestras preferencias.Este derecho encuentra su fundamentación en la conceptualización misma de lo que implica ser humano o humana y a partir de la necesidad de reconocer a los sujetos, hombres y mujeres como sujetos integrales, completos y no susceptibles de fragmentación, compuestos de los elementos, emociones, sentimientos y necesidades que dan origen a la subjetividad personal, que atribuye a cada uno su calidad de ser único, mismos que se expresan en sus diversas esferas de construcción personal, a saber: psico-emocional, psico-social, sexual y física. Esta última referida como el cuerpo mismo, el territorio personal de los individuos, es decir, la región de espacio privado que marca el límite de injerencia sobre los sujetos frente a lo externo y cuya invasión, evidentemente, implica un acto de violencia.Sin duda alguna la Violencia Sexual, representa la manifestación extrema de la violencia que sobre una persona pueda ejercerse, siendo que ésta atenta no sólo contra su corporalidad sino contra toda su complejidad integral, pues aun y cuando el agresor utiliza sólo los espacios erótico-sexuales de su víctima y los suyos propios para materializar su agresión, invariablemente en el ataque sexual se involucran todos y cada uno de los ámbitos personales de la víctima.En efecto, la Violencia Sexual implica hacer uso de las partes genitales de una persona, mediante la imposición de la fuerza ya sea física o emocional; pero en el uso y abuso del poder que el agresor despliega sobre su víctima para someterla, también se golpea, engaña, amenaza e intimida con gritos e inclusive susurros, para lograr la satisfacción sexual de éste. La víctima no sólo sufre una invasión a su espacio sexual, sino que su cuerpo y su emotividad se sienten también ultrajados.La sensación de integridad de la víctima temporalmente queda destruida, los sentimientos elementales de seguridad, fortaleza y autocontrol se ven desvanecidos y en consecuencia, ésta se ubica frente al temor, culpa y vergüenza que, las más de las veces, le impiden solicitar el apoyo que pudiera ayudarla a enfrentar la crisis en la que el evento sufrido la ha colocado.La violencia sexual es un acto criminal que aqueja a los sujetos mayormente vulnerables dentro de la sociedad: mujeres, niños y niñas, personas con discapacidad, ancianos y eventualmente homosexuales. Sus formas de expresión más comunes son la violación, el abuso y el hostigamiento sexuales; sus efectos se relacionan con la depresión, ansiedad, sentimientos de humillación, autoculpabilización, embarazos no deseados, posibilidad de contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual incluido el VIH/ SIDA, entre otros. Dichos efectos son de tal magnitud que si no se cuenta con el apoyo profesional médico y psicológico e inclusive legal, después de la agresión, éstos pueden perdurar por mucho tiempo haciendo estragos en la vida de sus víctimas.